Siempre he querido viajar y conocer el mundo. Nací en Suiza y me mudé a Italia cuando era adolescente. En ese momento, durante el verano, trabajaba en la Riviera Romagnola, con Gabriele, mi actual socio de Naturalmente Panamá. Juntos aprovechábamos los meses de invierno para visitar los muchos y maravillosos paraísos de nuestro planeta. Las experiencias adquiridas en países lejanos con diferentes culturas y tradiciones, como Tailandia, Bali y otros, han despertado en mí el deseo de un cambio de vida completo: un retorno a las raíces, hacia una vida en armonía con la naturaleza, un ideal que parece no encontrar más espacio en la sociedad actual. Sin embargo, vivir en sintonía con la naturaleza es una hazaña posible y yo he intentado realizarla.

Un buen amigo, que había viajado por Centroamérica durante mucho tiempo, nos aconsejó que echáramos un vistazo a Panamá, una sugerencia que resultó valiosa. No solo por su desarrollo económico y estabilidad política, sino sobre todo por las hermosas regiones, como Chiriquí, con su naturaleza de ensueño, Panamá me fascinó desde el primer momento. Y así atrajo a mi compañero de viaje y a mí a Las Lajas, a nuestro nuevo hogar. La naturaleza salvaje de este lugar paradisíaco, la sencillez de la vida y la cordialidad de las personas que allí habitan nos han encantado. Enseguida compramos una lote de tierra, entusiasmados por las impresionantes vistas que nos ofrecía: prados verdes, colinas, los colores de las puestas de sol: no faltaba nada, era un lugar perfecto para realizar un sueño de larga data. Y así nació Naturalmente Panamá en medio de la naturaleza idílica de un lindo pueblito justo al lado de la playa de ensueño más larga de Centroamérica. Aquí queremos mimar a nuestros huéspedes y, cada vez que veo sus caras entusiastas, sé que he tomado la decisión correcta. Espero compartir con ellos este maravilloso país y hacer que su estadía aquí sea inolvidable, en nuestro hotel Naturalmente Panamá.